Cuba no exporta terrorismo
Por el contrario, Cuba siempre ha luchado contra ese flagelo porque lo ha sufrido en carne propia. Si algo exporta el pueblo cubano es solidaridad, pues siempre, sin importar credos políticos o religiosos, ha tendido su mano amiga a otros pueblos.
En el mundo continúa el profundo rechazo a la inclusión de Cuba en una reducida lista de 14 países, injustamente calificados como impulsores del terrorismo, cuyos ciudadanos serán sometidos a nuevos controles de seguridad si viajan hacia Estados Unidos, en lo que muchos califican como una nueva acción hostil contra la isla caribeña.
Por María Josefina Arce
Aprovechando el aparente intento de hacer explotar un vuelo comercial cuando se aproximaba a la ciudad estadounidense de Detroit a finales de diciembre pasado, el gobierno de Barack Obama siguiendo los preceptos de la administración anterior, encabezada por George W. Bush, ha incentivado nuevamente en el país la paranoia antiterrorista.
Y nuevamente recrudece las medidas contra la Mayor de las Antillas, que paradójicamente ha sido víctima desde el triunfo mismo de la revolución, en enero de 1959, de la política hostil de los sucesivos gobiernos norteamericanos y durante casi medio siglo de un genocida bloqueo económico, comercial y financiero.
No puede arrogarse el derecho de calificar a otros como patrocinadores del terrorismo, un país que como Estados Unidos da cobijo y protección a grupos de extrema derecha que desde territorio estadounidense han organizado y llevado a cabo acciones criminales contra este pueblo.
La realidad es que las acciones terroristas de Estados Unidos contra la isla han provocado la muerte de 3 478 cubanos y la mutilación de otros 2 099, además de graves pérdidas económicas.
Por todos es conocido demás, que criminales de la talla de Luis Posada Carriles y Orlando Bosh, autores de la voladura en pleno vuelo de un avión comercial cubano con 73 personas a bordo, se pasean libremente por las calles de la ciudad norteamericana de Miami, mientras Washington mantiene en prisión a cinco luchadores antiterroristas cubanos.
Entonces cabe preguntarse cómo la Casa Blanca puede atribuirse el derecho de confeccionar una lista, cuando ella misma, que dice luchar contra el terrorismo a nivel internacional, fomenta acciones de esa índole contra otras naciones y mantiene un férreo bloqueo contra la Mayor de las Antillas para intentar rendir por hambre y enfermedades a su pueblo.
La propia prensa estadounidense como el The Washington Post, el mayor y más antiguo periódico de la capital estadounidense, criticó la inclusión de Cuba en la lista de países considerados por Estados Unidos como terroristas.
En Chile, la Asociación Cultural José Martí, denunció como nueva maniobra política el intento de La Casa Blanca de enlodar la imagen de la Isla, y afirmó que el verdadero patrocinador del terror es el gobierno que dirige el Premio Nóbel de la Paz Barack Obama.
La inserción de un país en dicho listado implica sanciones diversas, y respecto de Cuba intenta justificar el bloqueo que ha sido rechazado año tras año por la Asamblea General de la ONU.
Washington pretende desvirtuar lo que todos saben: que Cuba con su humilde contribución lucha por construir un mundo mejor donde el ser humano tenga garantizado todos sus derechos.
Dan fe de ello los profesionales de la salud que sin importar la distancia geográfica brindan su ayuda solidaria en otros pueblos del mundo y los pedagogos que llevan la luz del saber a personas que aún en pleno siglo 21 no saben leer ni escribir.
Cuba no exporta terrorismo, por el contrario siempre ha luchado contra ese flagelo porque lo ha sufrido en carne propia. Si algo exporta el pueblo cubano es solidaridad, pues siempre, sin importar credos políticos o religiosos, ha tendido su mano amiga a otros pueblos.
Fuente: Radio Habana Cuba
En el mundo continúa el profundo rechazo a la inclusión de Cuba en una reducida lista de 14 países, injustamente calificados como impulsores del terrorismo, cuyos ciudadanos serán sometidos a nuevos controles de seguridad si viajan hacia Estados Unidos, en lo que muchos califican como una nueva acción hostil contra la isla caribeña.
Por María Josefina Arce
Aprovechando el aparente intento de hacer explotar un vuelo comercial cuando se aproximaba a la ciudad estadounidense de Detroit a finales de diciembre pasado, el gobierno de Barack Obama siguiendo los preceptos de la administración anterior, encabezada por George W. Bush, ha incentivado nuevamente en el país la paranoia antiterrorista.
Y nuevamente recrudece las medidas contra la Mayor de las Antillas, que paradójicamente ha sido víctima desde el triunfo mismo de la revolución, en enero de 1959, de la política hostil de los sucesivos gobiernos norteamericanos y durante casi medio siglo de un genocida bloqueo económico, comercial y financiero.
No puede arrogarse el derecho de calificar a otros como patrocinadores del terrorismo, un país que como Estados Unidos da cobijo y protección a grupos de extrema derecha que desde territorio estadounidense han organizado y llevado a cabo acciones criminales contra este pueblo.
La realidad es que las acciones terroristas de Estados Unidos contra la isla han provocado la muerte de 3 478 cubanos y la mutilación de otros 2 099, además de graves pérdidas económicas.
Por todos es conocido demás, que criminales de la talla de Luis Posada Carriles y Orlando Bosh, autores de la voladura en pleno vuelo de un avión comercial cubano con 73 personas a bordo, se pasean libremente por las calles de la ciudad norteamericana de Miami, mientras Washington mantiene en prisión a cinco luchadores antiterroristas cubanos.
Entonces cabe preguntarse cómo la Casa Blanca puede atribuirse el derecho de confeccionar una lista, cuando ella misma, que dice luchar contra el terrorismo a nivel internacional, fomenta acciones de esa índole contra otras naciones y mantiene un férreo bloqueo contra la Mayor de las Antillas para intentar rendir por hambre y enfermedades a su pueblo.
La propia prensa estadounidense como el The Washington Post, el mayor y más antiguo periódico de la capital estadounidense, criticó la inclusión de Cuba en la lista de países considerados por Estados Unidos como terroristas.
En Chile, la Asociación Cultural José Martí, denunció como nueva maniobra política el intento de La Casa Blanca de enlodar la imagen de la Isla, y afirmó que el verdadero patrocinador del terror es el gobierno que dirige el Premio Nóbel de la Paz Barack Obama.
La inserción de un país en dicho listado implica sanciones diversas, y respecto de Cuba intenta justificar el bloqueo que ha sido rechazado año tras año por la Asamblea General de la ONU.
Washington pretende desvirtuar lo que todos saben: que Cuba con su humilde contribución lucha por construir un mundo mejor donde el ser humano tenga garantizado todos sus derechos.
Dan fe de ello los profesionales de la salud que sin importar la distancia geográfica brindan su ayuda solidaria en otros pueblos del mundo y los pedagogos que llevan la luz del saber a personas que aún en pleno siglo 21 no saben leer ni escribir.
Cuba no exporta terrorismo, por el contrario siempre ha luchado contra ese flagelo porque lo ha sufrido en carne propia. Si algo exporta el pueblo cubano es solidaridad, pues siempre, sin importar credos políticos o religiosos, ha tendido su mano amiga a otros pueblos.
Fuente: Radio Habana Cuba
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